jueves, 24 de marzo de 2011

POESÍA Y POLÍTICA

Hay un poema de Juan Gelman que empieza diciendo: “Toda poesía es hostil al capitalismo”. Sin rodeos. No estoy seguro de que tenga razón, pero tampoco lo descarto. El poema formaba parte de una primera selección de textos para el espectáculo. Luego cayó, como otros muchos, por diversas razones. En el caso de Gelman y algunos otros, por razones precisamente políticas. El arte político en general es asunto espinoso y asediado por toda clase de trampas consoladoras. No es imposible practicarlo, pero seguro que no es fácil. En estos momentos en que la política parece próxima a la impotencia (o a la rendición) ante la especulación financiera, algo me dice que puede ser más útil situarse en los márgenes. En los márgenes de lo político y también desde luego en los márgenes de la industria del espectáculo, ésa cuyas cifras de consumo se esgrimen impúdicamente como síntoma de buena salud del teatro. ¿De qué teatro?
El teatro decente habita en el intervalo movedizo entre el templo y el ágora. Hoy, con el ágora saturada de ruido y griterío, no es insensato escorarse hacia el tiempo del templo, hacia un cierto recogimiento, en el que la palabra y la música suplanten, siquiera por un rato, el barullo reinante. No habrá, pues, en RETRATO ninguna declaración política expresa. (M.A.)

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